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Aquí puedes encontrar la información que comparto con vosotros como experto en el desarrollo de la mente y deportista en activo

José Luis Lorente Oliete

Mente y Emociones

La Mente 


Escribir acerca de la mente y las emociones, sin ser psiquiatra o psicólogo puede parecer un atrevimiento, pero este binomio inseparable –mente y emoción- lo he trabajado y experimentado durante muchos años y largas horas. Por lo tanto, este pequeño artículo – que iré ampliando en próximas entradas del blog- trata de los aspectos más básicos de estas dos maravillas, que aunque a veces dan dolor de cabeza por una utilización inadecuada, pueden sin embargo ser unos extraordinarios aliados cuando los conocemos.

El cerebro es un órgano físico que tiene el tamaño de un coco, la forma de una nuez, el color del hígado sin cocer y la textura de la mantequilla fría. Las circunvoluciones y conexiones de éste órgano, configuran una obra maestra de la naturaleza: la mente. Cada día se sabe más de ella, de sus posibilidades y de sus no-límites.
Medir con un encefalografo la intensidad de nuestra actividad cerebral, nos da información de cuál es nuestro estado mental. De mayor a menor intensidad, tenemos: 

Ondas gamma con intensidad de más de 21 hertzios o ciclos por segundo – en adelante Hz.- Esta frecuencia es la propia de estados muy alterados y que necesitan atención médica.

Ondas beta, con frecuencias de 14 a 21 Hz., y que se corresponde con las actividades en estado de vigilia. Esta es la frecuencia en la que estamos más tiempo.

Ondas alfa, de 14 a 7 Hz., se corresponden con estados de relajación, abstracción y tranquilidad. Es el estado ideal para estudiar y para desencadenar la creatividad y las sensaciones de fluidez. Es posible entrenarnos para alcanzar voluntariamente estas frecuencias a través de prácticas como: Relajación, meditación, zen, yoga, taichí y la escucha de música suave con verdadera atención. En realidad, cualquier actividad realizada con pasión y serenidad nos llevará a este estado alfa.

Ondas Theta, entre 7 y 4 Hz., en las que se da una extraordinaria actividad creativa y de genialidad. Es un nivel de ensoñación consciente y meditación muy profunda que es frontera entre la vigilia y el sueño, y por el transitamos todos los días cuando nos dormimos y nos despertamos. También podemos entrenarnos para aprender a permanecer en este extraordinario nivel.

Onda delta, de 4 a 0 Hz., en donde estamos totalmente inconscientes y en sueño profundo. Todas nuestras funciones vitales están ralentizadas y si la frecuencia está entre 1 y 2 Hz., estamos en coma. La frecuencia 0 es mejor dejarla aparte, porque significa que nuestro sistema se ha apagado y hemos desaparecido del mundo de los vivos.

Entre las funciones de la mente podemos destacar como muy importantes: pensar, sentir y conocer. Cada una de estas funciones tiene lugar en un área diferente de la mente.

El pensar se produce en la mente consciente o racional, el sentir en la mente inconsciente y el conocer o saber en la mente superconsciente o mente superior, es la intuición en estado puro.
La mente consciente participa del razonamiento lógico y de una base de datos personal muy limitada, y se experimenta en el estado de vigilia. Se debe utilizar a voluntad y sólo cuando necesitamos razonar y cuestionar. PENSAR es el proceso de relacionar ideas.
La mente inconsciente coordina la actividad fisiológica del cuerpo y controla los estados internos, en ella residen las experiencias positivas y negativas y las emociones.
Las fobias, traumas, obsesiones, ilusiones, deseos y necesidades viven en este sector de la mente. Es el área de los automatismos y condicionamientos.
La mente superconsciente es la creatividad en su máxima expresión. VER es un proceso simple y directo, es la evidencia en estado puro. Al superconsciente se accede cuando silenciamos la mente consciente.


El pensamiento es una abstracción, lo que implica intrínsecamente, limitación. El pensamiento no puede abarcar la totalidad porque limita y define. 
La mente se ve constantemente ocupada por un flujo de pensamientos y debilitándose por el esfuerzo al que se ve obligada a realizar para mantener la atención. 
     ¿Porque se presentan determinados pensamientos en nuestra mente sin que yo los haya invitado a hacerlo? 
     ¿Soy capaz de pensar sin interrupciones en un determinado momento? 
     ¿Puedo apartar mi atención de un pensamiento obsesivo o molesto de manera             voluntaria?
     ¿De dónde proceden los pensamientos que tengo en este momento?


La mente diestra, es la habilidad para dirigir y mantener nuestra plena y exclusiva atención durante el tiempo necesario en un objeto determinado.
Cuando no estamos concentrados en una tarea, nuestra mente se dedica a fantasear en un estado de ensueño.
Este  murmullo constante de ideas y pensamientos  que bullen sin control, sin continuidad. Es la dialéctica de la mente y tiene vida propia. 
El ser humano no piensa, es pensado por un automatismo. 
Esta dialéctica proviene por una parte, de un uso deficiente del enfoque de la atención, y de otra, de los contenidos de nuestro sistema emocional.
Podemos aprender a manejar nuestra mente a voluntad, a pensar y razonar cuando la ocasión lo requiera, a utilizar el silencio que nos desata la creatividad, o el reparador descanso de la mente silenciosa.


Las Emociones

Funcionan como un mecanismo “estímulo-respuesta” que conecta el estímulo con información almacenada y codificada de experiencias emocionales similares del pasado.
Se puede definir una emoción como la respuesta inconsciente a un estímulo, bien externo a nosotros, o bien interno. 
Casi todo el contenido de nuestro diálogo mental procede de las emociones. 
Son las emociones no resueltas las que están enviando de manera continuada información a la mente. Y este flujo de emociones continuará indefinidamente mientras el sistema emocional tenga contenidos.
Desconocemos cómo evacuar la energía y el contenido del sistema emocional.


Sistema Emocional:  Las reacciones emocionales han sido posibles porque algunas partes y circuitos del sistema nervioso se especializaron en detectar las situaciones amenazantes o beneficiosas a las que nos enfrentábamos, y en activar automática y rápidamente los componentes necesarios para provocar una respuesta adaptativa.
Estas respuestas incluyen cambios en la frecuencia cardíaca o respiratoria y liberación de hormonas activadoras del cerebro y del metabolismo, además de gestos corporales adecuados a la situación.
Estas reacciones pueden tener consecuencias determinantes para nuestra salud.
Desatada la respuesta emocional,  nuestro cerebro consciente capta la respuesta fisiológica y la percibimos en forma de sentimiento.
No sentimos cada uno de los componentes de la respuesta emocional, sino una percepción global y específica que invade la mente, que es totalmente subjetiva, y que llamamos sentimiento; percibido por el cerebro a través de la conciencia.

La mochila: Imagina que llevas una mochila. Tu mochila tiene dos departamentos que se interrelacionan. En un departamento hay energía pendiente de expresar y en el otro una información subjetiva, y que se corresponden con el contenido de tus emociones.
Cada vez que vivo una emoción de cierta importancia para mí y no la expreso de manera adecuada, ésta, se guarda en la mochila.
Por una parte, la energía que no he expresado se va a su departamento correspondiente, y por otra parte, se almacenan las circunstancias que desataron la emoción con todos los contenidos de la experiencia.
A medida que pasan los años la mochila, que es mágica y no tiene fin, se va llenando de energías y contenidos. Cada vez es más pesada; los contenidos pesan mucho y la energía retenida es como una olla a presión que está siempre en ebullición.
Pero el ser humano, se acostumbra al peso y a la presión, y va arrastrando la mochila.
Que la persona se acostumbre, no quiere decir que no padezca las consecuencias de tanto esfuerzo.
Esto tiene solución! En el manual de uso que no te dieron estaba la fórmula mágica que nos permite la evacuación emocional. 
La evacuación emocional es la manera de dar salida a los contenidos guardados en la mochila, de manera, que la energía retenida en el inconsciente se incorpore al consciente y de que los contenidos se disuelvan, pierdan peso y desaparezcan.
La libertad y ligereza que se siente a medida que vamos evacuando emociones, convierte este privilegio en una experiencia indescriptible.
La limpieza va aclarando nuestro sistema mental, le quita peso al sistema emocional, y recobra la salud de nuestro cuerpo. 
¡Por fin, la vida empieza a tener sentido!