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Aquí puedes encontrar la información que comparto con vosotros como experto en el desarrollo de la mente y deportista en activo

José Luis Lorente Oliete

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Semejanzas PC-HUMANO

Curiosamente el hardware -parte dura- de un PC y su software –parte blanda- tienen bastantes paralelismos con nuestras unidades: cuerpo, cerebro y mente.
Si observamos un PC cualquiera, veremos una carcasa que tiene conectados, como unidades periféricas: monitor, teclado y ratón. Si destapamos la carcasa, descubriremos en su interior una placa base con circuitos y componentes, tales como: procesador, memoria, controlador de video, disco duro, y controlador de sonido.
Cuando pulsamos el interruptor del PC para que arranque, la BIOS, que contiene la secuencia de instrucciones necesarias para detectar los componentes instalados, nuestro PC se pone en marcha y cede el control al sistema operativo.
En unos segundos, nuestra pantalla pasa del color negro a pintar un escritorio con una profusión de iconos que dan acceso a nuestros programas más utilizados. De entre los iconos que hay en el escritorio elegimos uno de ellos y lanzamos el programa con el que deseamos interactuar.
Hasta aquí, y explicado de manera muy breve, hemos puesto en marcha un PC, y hemos lanzado en ejecución un programa –software- para realizar un proceso y obtener unos resultados.
Y también, y de forma parecida como en el PC, en el HUMANO podemos distinguir una parte dura y una parte blanda. Nuestra carcasa o parte dura está formada por un cuerpo que también tiene conectadas unidades periféricas, tales como cabeza, tronco y extremidades. Y dentro de la carcasa, también descubriremos una placa base –cerebro- y componentes como: mente, sentidos para captar información externa e interna y sistemas de control de los procesos corporales.
El HUMANO, para ponerse en marcha, pasa del estado de sueño al de vigilia, y realiza un reconocimiento de su entorno para situarse. Estas acciones las realiza poniendo la atención en los objetos de su interés y utilizando un software elemental –programas e información que subyacen en una parte poco accesible y que se llama subconsciente-.
Realizado el reconocimiento del entorno, nos ponemos en marcha para desarrollar las tareas que la jornada nos demanda.
Y este apartado del HUMANO, es también una muy breve explicación de algunos de los paralelismos con el PC.
Las descripciones de las funciones que vamos enumerando, no ambicionan ser exhaustivas y prescindimos del etcétera o los puntos suspensivos. Estas explicaciones son suficientes para establecer las semejanzas que pretendemos.
Un PC tiene una CPU o procesador para controlar las operaciones de entrada y salida, cálculo, y asignación de tiempos. La CPU humana es el cerebro, con sus extraordinarias capacidades.
Nuestra CPU, realiza las funciones de control de los sistemas corporales y nos mantiene vivos. Estas funciones físicas, son autónomas la mayoría de las veces y se autorregulan buscando la salud y el equilibrio de nuestro cuerpo.
La CPU de un PC se puede averiar –por ejemplo- por una subida fuerte de tensión, o por un fallo del ventilador o disipador de la propia CPU. No son habituales las averías del procesador de la CPU y normalmente no influye en averías que puedan ocurrir en otros componentes del hardware.
El cerebro es un competente laboratorio de sustancias químicas, donde se elaboran los neurotrasmisores. Pero a diferencia del PC, según sea la actividad del cerebro, los neurotrasmisores si influyen en nuestros sistemas corporales. Los efectos de la liberación de neurotrasmisores en nuestro organismo puede resultarnos perjudicial o beneficioso.
Cuando –por ejemplo- hacemos deporte o realizamos tareas placenteras, nuestro organismo recibe un torrente de neurotrasmisores –endorfinas- que son estimulantes y generan salud. Si éstas actividades se realizan en horas de tarde-noche, puede ser que nos cueste un poco más de lo habitual conciliar el sueño.
Habitualmente vivimos ajenos por completo a esta actividad y no le damos mucha importancia.
¿Y porqué esta perorata acerca de los neurotrasmisores? Porque si la influencia de los neurotrasmisores es positiva, todo va bien, pero en caso contrario, en vez de salud, produciremos enfermedad.
El laboratorio químico del cerebro está afectado por la alimentación, los hábitos y sobre todo por la actividad del pensar.
La CPU del ordenador, no piensa mucho por sí misma, se limita a seguir secuencias de programas y a tener en cuenta las variaciones que se van produciendo en la ejecución de sus tareas.
Hay una estrecha El HUMANO si piensa por sí mismo –o al menos eso cree- e influencia de manera consciente e inconsciente en su salud y en la calidad de su vida.
¿Y cómo podemos influir en nuestra salud conforme lo que pensamos? Pues la Psiconeuroinmunología, dice en investigaciones recientes, que: mantener durante un minuto un pensamiento negativo inhibe las siguientes seis horas nuestro sistema inmunológico.
Hay una estrecha relación relación entre sistema nervioso, endocrino e inmunitario y tanto las emociones negativas como el estrés deterioran nuestras relaciones y el estado de salud.
No hay duda de que pensamientos y emociones alteran la bioquímica fundamental de las células.
Dondequiera que va un pensamiento, un elemento químico le acompaña.
Prácticas como la meditación y la relajación, entre otras, enfatizan la función de la mente en la mejora de nuestra salud.
Las emociones positivas, pueden modular y atenuar los efectos negativos de las respuestas de estrés sobre el sistema inmunitario, activando la producción de hormonas anti estrés.
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viernes, 16 de septiembre de 2011

Bebé la Metáfora

Con este título, comenzamos muchas de nuestras nuestras charlas acerca de los motivos de las cabilaciones y dialécticas que hay en las cabezas de la mayoría de las personas.

Otras veces, el título de la charla es: "Ser Humano - Manual de Uso". Este manual de uso, es el libro de instrucciones que toda persona tenía que haber traído al nacer, para no acabar como la mayoría de los mortales: con un enorme lío en la cabeza que no somos capaces de desentrañar.
Desconozco como te encuentras en la actualidad, pero si has recibido una educación "normal", tendrás muchas preguntas sin contestar. También es posible, que las cosas no hayan salido como esperabas, o que, aún marchando aceptablemente bien, no estés del todo contento.
Pero esta dialéctica interior acerca de cómo te encuentras, es bastante normal, no eres ninguna rareza. Casi todas las personas hemos transitado por el mismo camino. Y esta es la razón de este blog, compartir con quien quiera acercarse periódicamente a leer nuestras notas, de qué manera hemos conseguido desentrañar la madeja.

Desde que el embrión es fecundado y empieza nuestra vida como seres humanos, estamos expuestos a todo tipo de influencias externas, y muy a nuestro pesar, marcarán nuestra personalidad de por vida.

Cuando vemos una imagen informe de un feto -ecografía-, ya está recibiendo estímulos externos, tales como: el amor incondicional de los padres, o el enfado de la madre por estar preñada, o la música que escuchan los adultos que están a nuestro alrededor, o las quejas si lloro mucho por la noche…
Y durante nueve meses, sin ninguna posibilidad de defensa, el ambiente influirá e invadirá la estructura de mi incipiente personalidad. Si estas contribuciones son positivas, ¡eureka! Y si son negativas, ¡socorro! Me queda la posibilidad de arreglar el desaguisado cuando sea adulto, y si es que tiene remedio.
Durante mis primeros meses de vida mi cerebro está en periodo de formación, y sobre todo al principio, andamos escasos de neuronas. Entonces, ¿cómo es posible que la información del exterior me afecte? ¿Porqué los sentimientos que tiene mi madre hacia mi, me influyen?
Parece ser que hay algo más que cerebro, y ese algo más es el receptor de toda la información.
Para validar cómo puede afectar un suceso, aparentemente sin importancia, visto desde los ojos de un adulto, aporto la siguiente experiencia personal.
Hace años, impartiendo un seminario de Master en PNL –Programación Neurolingüística, asistieron, entre otros, dos alumnas, que eran gemelas. La una alegre y dicharachera y la otra muy triste y melancólica, y por cierto, ambas psicólogas. En una cena, las gemelas, comentaron que habían recibido una educación análoga y que no entendían el motivo de caracteres tan distintos.
Los seminarios de PNL son eminentemente prácticos, y decidimos, que la mañana siguiente, exploraríamos las causas de las diferencias de carácter.
El trabajo de indagación se realizó, sorpresivamente, en poco tiempo y con éxito, y éste fue el resultado: las niñas nacieron en su casa, ayudadas por una comadrona. La gemela triste y melancólica nació la primera, pero la madre desconocía que estaba embarazada de dos niñas. Cuando nació la primera niña y la comadrona se percató de que había una segunda criatura queriendo salir, abandonó a la primera encima de una cama para atender el segundo parto. Y este segundo nacimiento fue largo y costoso, pues el bebé traía enrollado el cordón umbilical. Extraída y aseada la segunda niña, y transcurrida más de una hora, se atendió a la primera de las hermanas.
La hermana mayor, relató con toda suerte de detalles la sensación de abandono que vivió durante esa larga hora, y la tristeza que le invadió, hasta el momento presente.
Por suerte, los traumas sufridos a tan corta edad, tienen solución. Si el terapeuta o facilitador logra llevar al sujeto, en edad adulta, a vivir la experiencia inicial que desencadenó el shock, el desenlace tendrá éxito. 
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jueves, 15 de septiembre de 2011

La búsqueda

Desde muy joven me he preguntado quién era, porqué tenía unos comportamientos que a veces detestaba y cuáles eran mis creencias y quién me las había inculcado.
No sabía cómo funcionaban los recuerdos, o porqué mi mente procesaba de manera correcta unas veces y otras lo hacía de manera desastrosa.
Pensaba que todo dependía de la manera en que nuestro cerebro procesa la información y de los programas que tiene grabados. Entonces, ¿quién graba los programas? ¿De dónde surgen la información de estos programas mentales? ¿Porqué hay programas eficientes y otros erróneos?
He trabajado en la industria informática durante muchos años y he encontrado muchas similitudes en el comportamiento de los programas de un ordenador y los que tenemos instalados en nuestro cerebro.
Le he dedicado años y miles de horas a descubrir los secretos del funcionamiento de la mente y la conciencia, y a conocer en profundidad cómo se generan nuestras capacidades fundamentales.
Poco a poco iremos compartiendo esta información, para que en la medida en la que os sintáis comprometidos en el desarrollo de vuestro potencial, encontréis la manera de entender la mente, controlarla y utilizarla sabiamente, teniéndola a vuestro servicio.
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